En el escenario de El Séptimo Fuego, la música dará a conocer su nuevo show musical, titulado "Retratos de tango y guitarra". Será este sábado a las 21.
Escuchó “Domingos de Buenos Aires”, el tango de Eladia Blázquez, y se abrió un mundo. Es “una genialidad absoluta”, expresó a LA CAPITAL la cantante Luciana Panaino. “Retrata las costumbres de mi infancia, esas que compartí con mi familia”, sigue la artista quien decidió usar esa canción como disparador de su nuevo espectáculo.
“Retratos de tango y guitarra” es lo nuevo de esta inquieta vocalista que se presentará este sábado a las 21.30 en el escenario de El Séptimo Fuego (Bolívar 3675).
Abierta a escuchar propuestas para ofrecer el espectáculo en otros espacios, Panaino cuenta que, en paralelo a este show, ensaya un espectáculo músico-teatral sobre la vida de José María Contursi junto al actor Agustín Elordi. Eligieron presentarlo hacia fin de 2024.
“Hace muchos años , casi todas las casas tenían una guitarra, hoy en casi todas las casas no falta un celular”
“Retratos de tango y guitarra” repasa “fotografías instantáneas de una experiencia sobre la intimidad y cercanía del tango y la guitarra en cada encuentro”. Así aparecen “costumbres, personajes e historia entre milongas, tangos y valses”.
La acompañarán Bruno Viviani en guitarra y Pedro Carignan en contrabajo, y como invitado especial estará Claudio Solino en percusión.
“Hasta ahora, al pensar en un espectáculo o un disco siempre elegí un concepto que me llevaba a buscar el repertorio que daría forma a este hilo conductor o propuesta que uno desea compartir con el espectador -cuenta-. Pero esta vez, luego de tres años de hacer ‘Músicas del Río de la Plata’ empecé a elegir qué canciones nuevas quería cantar, solo por el deseo de cantarlas, desprovistas de un concepto que las convoque”. De este modo llegó a la composición de Blázquez que tanto la interpeló.
“Recordé esa foto de domingo familiar. Mi viejo que luego de trabajar hasta la madrugada en el diario la Prensa se levantaba temprano para escuchar con unos mates en el winco a Pichuco, al Polaco, leer las noticias en papel, llevarme a Parque Rivadavia a jugar a las paletas, la hamaca, ir con el triciclo, pagarle al calesitero por una vuelta más y así podíamos volver a casa, no sin antes comprar Anteojito para el camino y para la tarde, porque mi vieja ya había amasado la pasta y me esperaba para deslizar unos últimos ñoquis en el tenedor, mientras estaba el Vermouth, volvía el tango y se seguía cocinando el bizcochuelo para la tarde”, repasó las postales de su infancia en Buenos Aires, ciudad en la que nació.
Y al seguir escuchando las canciones, advirtió que varias nombraban a la guitarra. Ella tuvo la suya a los 13 y desde entonces la acompañó en la intimidad de su cuarto.
A la guitarra “le pusimos nombre propio, le contamos nuestras penas, nos abrazamos a ella para no sentirnos solos, fue el pretexto para desihnibirnos y festejar el encuentro con amigos, nos hizo conocer la música, ese fascinante camino hacia los sentimientos”.
Panaino considera que la guitarra es el camino para hallar “costumbres, personajes e historias” del tango que se cristalizaron a través de su poesía y música.
Es “la guitarra como instrumento acompañante en la evolución del estilo, inspiradora de composiciones y presente en cada casa familiar. Hace muchos años , casi todas las casas tenían una guitarra, hoy en casi todas las casas no falta un celular”, observa.
-¿Vas a cantar qué repertorio?
-El repertorio está compuesto por tangos, milongas, candombe y valses desde una sonoridad acústica junto a los musicazos Bruno Viviani, Pedro Carignan y Claudio Solino.
-¿Qué viene a decirnos el tango hoy?
-Es raro, a veces tengo la sensación de que el tango, como música en vivo, es un género de élite, tal vez muy diferente a su baile a través de las milongas tanto en nuestro país como en el exterior, donde su función no está en ser escuchado, sino bailado. Nos representa como identidad cultural. En estos años, con tanta info visual, se perdió la escucha, sentarse a escuchar un disco, sin estar haciendo otra actividad o dejarse llevar por una experiencia en vivo, donde los instrumentos, melodía, poesía e intérpretes te atraviesan sin necesidad o inclusión de otras artes para garantizar la atención del espectador. El tango nos recuerda quienes fuimos, desde los célebres músicos, poetas, compositores e intérpretes desde su inicio hasta hoy y marca nuestro presente a través de quienes lo convertimos en este tiempo y sus circunstancias desde el compromiso social, estético, musical, renovador y revolucionario.